Archivo de la categoría: Obras

400 poemas para explicar la fe

Se acaba de publicar la segunda edición de esta antología de poesía religiosa donde el lector encontrará los grandes poemas de los autores clásicos y versos de poetas católicos actuales. El libro tiene una estructura temática. Una edición preparada por Yolanda Obregón en la editorial Vita Brevis. En esta antología tengo publicados cuatro poemas:

-Samuel

-Y la Madre bajaba…

-Soneto del caballero herido

-Lágrimas de Mónica

La obra se puede adquirir a través de Amazon en este enlace.

La rúbrica del tiempo

Descripción

La rúbrica del tiempo es un ramillete de poesía variada, actual y anclada en la tradición. Su autor, audaz poeta en la era de las series televisivas, se describe en sus versos como caminante de lo profundo en lo cotidiano, como un instrumento de cuerda y tosca madera que despierta armonías ocultas en las cosas.

En sus acordes sentimos una nostalgia becqueriana que invade al lector página tras página; notamos el paso del tiempo rubricado en cada composición, hecho tesoro en la memoria y tarea para el sabio preocupado por el sentido de la historia. De vez en cuando percibimos ecos de los cantares de Machado, voz del campo castellano. Todo el humano paisaje desfila aquí. Paisaje que es símbolo del alma. Una luz tenue dibuja sus aristas, pone en movimiento y fija, llenando de esperanza, las formas de lo transitorio.

Ex nihilo se esculpe este monumento literario desplegándose hasta desembocar en la Revelación (Apocalipsis). Y en medio de este Alfa y Omega, Prólogo y Epílogo, las cosas que vemos y tocamos (el campo, el arroyo, el pan, los tejados, el tren) y las cosas que no aferran nuestras manos (el otoño, el asombro, las horas, la necesidad, el atardecer), en fin, todo.

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Venid, almas, a mi huerto

Venid, almas, a mi huertoMeditación sobre la pasión de Cristo y poemario espiritual

En una noche llena de misterio, el olivo más viejo de Getsemaní es testigo de la agonía y el sufrimiento de un hombre. La luz de la luna alumbra el camino por el que discurre un grupo de discípulos asustados que desembocan en el huerto de los olivos. Allí, a los pies del olivo viejo, Jesús vive las horas más amargas de su vida y se prepara para demostrar al mundo cómo ama Dios a los hombres, como el pastor que da la vida por las ovejas.

El título Venid, almas, a mi huerto abraza dos pequeñas obras: El olivo viejo y Esperando el alba.

El olivo viejo está concebido como un tríptico, como tres tablas donde se pintan diversas escenas de la Pascua: El olivo viejo, Tres discípulos y El jardín de José. Las dos primeras partes narran la pasión de Cristo, vista primero desde el olivo más viejo de Getsemaní, narrada después por tres discípulos de Cristo: Judas, Pedro y Juan. Una parte de esta obra se publicó en el semanario Alfa y Omega, núm. 397 del año 2004. En la última tabla de este tríptico —El jardín de José— María Magdalena, a la vez que nos guía hacia el acontecimiento de la resurrección de Cristo, nos da a conocer diversos episodios de su vida y de su amor por el Maestro. Esperando el alba es una colección de poemas, como canciones del alma que anhela encontrar a Dios, suplica y se admira ante lo creado.

 

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