LA PODA
(Comentario)
Contexto: El domingo de ramos los hebreos cortaron ramos de olivo y palmas para recibir a Jesús que entraba triunfante en Jerusalén. El alma también corta sus ramos. En Getsemaní, el Jueves Santo por la noche, Jesús también sufre una poda dolorosa en su alma.
Para podar los olivos
tengo el alma preparada.
Corta los ramos que quieras,
Hortelano de las almas.
El alma dice que está preparada para que el hortelano –Dios- corte ramas en su árbol, para que pode lo necesario en su alma. Dios corta ramas en nuestra alma con sus silencios y sus pruebas. Nos quita los pecados y la superficialidad.
-¿Qué harás con los ramos verdes,
alma, que llevas tal carga?
-Alfombras de plata viva
tejeré para el que pasa.
Con nuestras renuncias y sacrificios, con nuestra cruz, nuestra carga, tejemos una alfombra viva para que pase Jesús a nuestro corazón. Como los hebreos que hacían una alfombra con ramos de olivo y palmas para que pasara Jesús el domingo de Ramos.
En Getsemaní los cortan,
del huerto de la plegaria.
Con tristeza era la poda,
con gozo los haces cargan.
La poda es triste y dolorosa, pero es un paso necesario para experimentar el gozo de la Resurrección, de la gloria, del cielo. Cristo también sufrió con tristeza de muerte su cruz pero luego resucitó y ahí nace el origen de nuestro gozo.
Y los olivos callados
en las hojas dibujaban
lunas cargadas de espera,
lágrimas para mañana.
Los olivos de Getsemaní, callados, contemplan cómo Jesús padece su primera agonía. La luna llena se refleja en sus hojas, como Dios debe reflejarse en nuestras almas siempre. Los olivos esperan el drama de Jesús. Llorarán con él mañana.
-¿Qué harás con los ramos verdes,
alma, que llevas tal carga?
-Estandartes de victoria
batiré ante el Rey que pasa.
Con mis renuncias y sacrificios aclamo y grito que amo a Dios sobre todas las cosas. De este modo le digo que es el Rey de mi alma.
Pasa por la puerta plena,
mañana estará cerrada.
Y los olivos del huerto
serán testigos del drama.
Ahora Cristo pasa por una puerta abierta, la puerta de Jerusalén cuando todos le aclaman como rey. Pero mañana esa puerta estará cerrada y lo sacarán de la ciudad para crucificarlo. Los olivos serán testigos de este drama porque sus ramos le acompañaron a Jerusalén cuando fue aclamado rey. También Cristo ha pasado por la puerta abierta de mi corazón, pero también reconozco que en mi vida ha habido veces en que le he cerrado la puerta a Cristo.
Drama del Tronco que brota
en el huerto de las almas.
Drama del Tronco que talan
los que viven de Su savia.
Este es el drama del Dios que quiere habitar en nuestros corazones pero no siempre le recibimos. Con nuestros pecados hemos talado el Tronco, hemos dañado a Jesús y hemos sacado a Dios de nuestra alma y eso que nosotros vivimos por Él, Él es el único que vivifica nuestra alma.
-¿Qué harás con los ramos secos,
alma, que llevas tal carga?
-Llorar la culpa que tengo
en la tala de tal Rama.
Por eso lloro la culpa que tengo en la muerte de Cristo en la cruz.
Para podar los olivos
tengo el alma preparada.
Corta los ramos que quieras,
Hortelano de las almas.